25 diciembre, 2006

Nochebuena

Hoy es Nochebuena, son las 12:37 de la noche, y estoy enganchada al PC. Podría parecer adicción, o locura, pero no lo es. Es desesperación y ganas de coger la puerta de mi casa y marcharme para no volver jamás.

Hoy mi hermano lo ha vuelto a hacer. Se ha presentado, borracho claro, en mi casa, en Nochebuena y ha conseguido amargar la noche. Apenas hemos terminado con los postres cuando se ha presentado, él, la guarra de su mujer, los tres críos, el gilipollas de su cuñado, la tonta de su cuñada y el hijo de ambos. En total 8 personas que no pintan nada en mi casa.

Y aquí estoy, en el PC como último refugio, como paraíso perdido, como lugar donde poder estar sola, ser yo, estar con quien realmente me importa, aunque ahora mismo nadie esté al otro lado de este monitor.

No puedo más, no lo soporto más, no aguanto el poder que tiene sobre mi vida un borracho hijo de puta que sólo piensa en sí mismo. Tengo ganas de marcharme para no saber nunca nada más de él, para no tener que huir en mi propia casa, para no tener que esconderme como un delincuente, cuando el único criminal que hay es él. No lo soporto. Días como hoy hacen que la vida no valga una mierda.

1 comentario:

Paula... dijo...

Lamento no haber estado más cerca tuyo estos días.