Corsarios de Levante

Bueno, parece que copio el blog de alguien, pero ya he terminado la sexta entrega del Capitán Alatriste, y tengo que comentarla, sin destripar la historia, claro.

La verdad es que es la más novedosa de todas (quitando la primera, claro). Los personajes están evolucionando de un modo que me encanta, Pérez-Reverte vuelve a demostrar que no hacen falta grandes alardes de novela rusa para dar a conocer la personalidad de un personaje. Íñigo ha crecido, ya no es un crío, pero tampoco es un hombre, sino un adolescente, con todo lo que eso conlleva. La relación con el capitán es ahora más madura, y el autor la ha sabido tratar de un modo increíble. Los dioses ya son humanos. Y además hay un nuevo personaje, que me parece que va a dar mucho juego, el moro Gurriato, que tiene algunas de las mejores frases de la novela. La intervención de Quevedo y de Angélica son, aunque breves, unas tremendas notas de color en el tono general de la novela (¿he dicho ya que de mayor quiero ser como Angélica? :P).

En este caso pasamos del Madrid de la última entrega, a navegar en el Mediterráneo. Todo el mundo sabe que Arturito es un marino consumado (el jodío tiene su propio barquito y todo... comprado posiblemente con el dinero ganado al prostituir su obra con el cine) y eso se nota a la hora de narrar aventuras marítimas, aunque quizá en algunos puntos el lenguaje utilizado es un tanto técnico. Ya pasó con su novela del Cabo Trafalgar, donde adjuntó planos de barcos y un pequeño glosario para poder entender los términos... Ahora no es tan descarado (la novelita de marras es dura de leer) pero en algunos puntos sencillamente no sabes qué carajo está haciendo el barco. A parte de este pequeño detalle, la novela es perfecta. Los tres últimos capítulos son absolutamente inmejorables, imposible dejar de leer una vez que te has metido en faena. Así como los ingenios finales (los poemas), que esta vez van dedicados a Íñigo y al propio Capitán.

En resumen, me ha encantado. Cuando la compré no tenía muy claro cómo iba a ser, ni si me iba a gustar, porque generalmente prefiero las aventuras en Madrid (El sol de Breda por ejemplo es la que menos me gusta de toda la saga). Pero la verdad es que no decepciona para nada, la espera merece la pena, incluso ver cómo ha venido su obra por un puñado de dólares (o euros más bien), deja de tener importancia cuando coges sus novelas. Yo siempre defenderé a Pérez-Reverte. Sí, se vende por dinero (nunca lo ha negado), sí, le importa un pimiento la suerte que corran sus personajes en el cine, pero joder, cuando escribe se hace perdonar todo eso y más. Yo por mi parte espero ansiosamente "El puente de los Asesinos", el que parece será el título de la próxima historia de Diego e Íñigo.