03 abril, 2007

La Primavera

Dicen que la sangre altera, pero a mí lo que me altera son los nervios. Es como un reloj, empieza a asomar la primavera por el calendario y ¡zas!

No se puede llamar depresión, pero tampoco estoy bien. Es como tener el síndrome pre-menstrual pero a lo bestia. Nada me sienta bien, estoy irascible, triste, melancólica y todo lo contrario. No tengo ganas de nada, ni siquiera de apagar el despertador cuando suena por las mañanas. Sigo con mi rutina precisamente por eso, por rutina. Y porque si no voy a currar, mañana no tendré de qué currar. Pero no porque tenga la más mínima gana, o me importe una mierda (aunque se que en cuanto se me pase este momento, sí que tendrá importancia).

Hace días que no conecto el msn, o que conecto sólo esa cuenta que tienen un par de personas. Que no me apetece hablar por tlf, que no me apetece, a secas. Adoro viajar, pero no me apetece. Adoro escribir, pero no me apetece. Adoro leer, pero no me apetece. Adoro vivir, pero sí, adivinásteis, no me apetece.

Se que no es nada grave, otros años me ha pasado. Sólo que el año pasado había un gran aliciente para sobreponerse, un viaje importante (aunque allí también lo noté, y me lo notaron). Este año, a pesar de tener curro nuevo y fantástico, de estar haciendo una carrera que me apasiona, de tener nuevas espectativas de vida... llega esta época y todo me da igual. Quizá si me cansara, si lo mandara todo a la mierda, estaría bien. El problema es que ni siquiera tengo ganas de mandarlo todo a la mierda.

No soy la única a la que le pasa. Se que es un asunto probado científicamente, y ni siquiera merece la pena ir al médico. De hecho no tengo ganas de ir al médico. Odio la primavera, la nariz me moquea, me pican los ojos y la vida me da igual. Sólo me guía la inercia. Esperemos que ella sepa dónde llevarme, porque lo que es a mí...

1 comentario:

Paula... dijo...

Ánimo viejita... ya vendrá una temprada mejor =D

Muchos besos!
Pau