21 febrero, 2008

Fin de semana toledano

Pues sí, estamos a jueves y estoy haciendo hoy la crónica del viaje del finde pasado, pero es que no ha sido una semana como para tirar cohetes, así que no me apetecía mucho escribir. Pero bueno, aquí va la crónica del finde ^^.

El viernes llegamos a Atocha, cada uno por su lado, y nos encontramos en la estación. Compramos chuches :) y cogimos el tren. En menos de un suspiro (30 minutillos solo) estábamos en Toledo, en su maravillosa estación neo-mudéjar de principios del S. XX. Me fascina esa estación, pero esta vez no le hice fotos porque llegamos de noche :(. Pero para eso está el google :P.


Empezamos a caminar buscando el hotel y vimos que estaba realmente cerquita, nada más pasar el río, y tenía muy buena pinta. Tres estrellas, decorado como en estilo rústico, con algún detalle múdejar. La verdad es que estaba muy bien. Lo malo, que nos dieron dos camas en lugar de una, pero bueno... La habitación era enorme, y el cuarto de baño decente. Eso sí, la cortina de ducha era un infierno, que me encargué de señalar en la encuesta que me enviaron los de la página web donde hice la reserva. Sorprendentemente me contestó el responsable del hotel diciendo que mis quejas serían tenidas en cuenta y mejorarían el servicio :). Da gusto cuando te toman en serio :).

Pues eso, llegamos al hotel, y nos quedamos ahí, porque yo estaba muettita. A la mañana siguiente nos levantamos temprano (hasta yo tengo un límite a las horas de sueño que puedo dormir seguidas :P), y tras un opíparo desayuno en el buffet libre del hotel (que estaba riquísimo), salimos a dar una vuelta por Toledo. No teníamos un plan definido, ni horarios establecidos, ni siquiera ningún monumento que nos apeteciera especialmente ver. Quizá por eso aprovechamos tanto el día.

Decidimos coger el remonte de escaleras mecánicas, sólo por curiosidad. Pues es una mierda... Totalmente... Son cuatro escaleras mecánicas bajo una estructura horrenda de hormigón armado con unos acabados malísimos (las juntas de las piezas de hormigón están mal encajadas y queda horrendo), con un diseño en diagonal que da lástima. Es lamentable lo poco asimiladas que tenemos las nuevas tendencias arquitectónicas... Y lo mal que usamos el hormigón, coño... Además, las escaleras están pasadas la puerta de la Bisagra, con lo cual, la cuesta de llegada te la tienes que currar igual... Vamos, que lo vimos una inutilidad como una catedral...

El sábado decidimos dar una vuelta por la judería, porque las escaleras te dejan justo en esa parte. Yo quería pasear por la ciudad y llegar hasta la Sinagoga del Tránsito, que está en la otra punta de las escaleras. Y así lo hicimos, pero con paradas :P. El sábado hacía un día estupendo, un sol increíble y hasta calor (yo iba en manga corta). Nuestra primera escala fue en la Plaza de Santa Teresa de Jesús, al lado del Convento de las Carmelitas Descalzas. No es que fuera espectacular, pero había unos banquitos geniales. Unos suggus después seguimos camino ^^.


Seguimos bordeando la muralla hacia la zona del río y acabamos en el Puente de San Martín, con un mirador chulísimo y una vista preciosa del río. Mientras caminábamos hacia el puente se nos apareció la cabecera gótica de una iglesia enorme y espectacular. Yo estaba deseando investigar qué era aquello y fuimos a mirar. Resultó ser la iglesia del Monasterio de San Juan de los Reyes, y tras una breve compra de una camiseta de recuerdo por mi parte, nos adentramos en el monasterio.


Es un sitio genial, cada día me gustan más los monasterios. Se podía visitar el claustro (alto y bajo) y la iglesia. El claustro alto tiene una cubierta de madera espectacular, con los símbolos de los reinos controlados por los Reyes Católicos, incluyendo el de Granada (viva la publicidad!!! ^^). La iglesia era increíble, gótica plateresca, preciosa, me encantó ^^.


Seguimos caminando por la judería, tranquilamente, y llegamos a la Sinagoga de Santa María la Blanca. Yo quise entrar, porque es una de los edificios más importantes de Toledo. Es la sinagoga más antigua, y además, era la primera vez que yo accedía a un recinto de este tipo. Sí, lo se, estudiando arte y no tener ni idea de cómo es una sinagoga... pues es lo que hay... El edificio por el exterior no se diferencia de una casa normal y corriente, con cubierta a dos aguas y construida en ladrillo. El interior es lo espectacular, dividido en cinco naves separadas por arquerías con arcos de herradura. La parte frontal tiene ahora un retablo cristiano, ya que fue reconvertida en iglesia. Ahí la batería de mi cámara empezó a fallar... ¡¡maldición!! Y aún me quedaba más de medio día :S.


Salimos de allí y nos fuimos a comer. Y después por fin llegamos a la Sinagoga del Tránsito - Museo Sefardí. Es enorme, gigantesca, con una nave central preciosa, altísima. Las naves laterales están divididas en dos plantas. En un lateral está alojado el museo, que no es que sea excesivamente bueno, pero contiene diversos objetos de la liturgia y varios mapas que nos explican un poco de la cultura judía y sobre todo, sefardí, es decir, judíos españoles (más o menos, el término es bastante polisémico). La foto es muy mala, pero la batería no me dejaba hacer muchas más florituras... Milagro que aguantó hasta el final :P.


Después de ver por fin una sinagoga, tengo que decir que lo que más me gusta es el arte cristiano (de las tres religiones "occidentales"). Los edificios me gustan mucho más, y los ornamentos también. Es lo que hay, a mí me das una catedral gótica y me tienes ganada...

Nuestro día terminaba en la iglesia de Santo Tomé. Yo quería volver a ver el Entierro del Conde de Orgaz, y la verdad es que fue un poco desastre. La otra vez estábamos solos en la iglesia, pero esta vez compartíamos el pequeño espacio con un grupo de japoneses cuyo guía gritaba a más no poder (¿dónde se dejan la educación en cuanto salen de Nihon?), y otro de alemanes... Después de babear el cuadro echamos un vistazo a la iglesia, que por fin ha sido restaurada, pintada y redecorada. A la salida vi una preciosa escultura gótica de una virgen, de mármol policromado. Brutal. Las partes que conservaban la policromía parecían de madera, pero el mármol quedaba a la vista. Aluciné. La foto es mala, no se podía usar la cámara dentro de la iglesia y la tomé como pude :P.


Desde la judería seguimos caminando, buscando una ruta de regreso, que no encontramos :P. Pero mientras nos perdíamos vimos una iglesia perdida, pequeñita, con la portada de piedra y la fachada estucada, tan típica... me encantó, aunque no entramos. Y también nos chocamos sin querer con el edificio de la Escuela de Traductores :D. Historia Viva!!! Y volvimos a llegar al Monasterio de San Juan de los Reyes. Aprovechamos para cenar algo en una cafetería de por ahí, algo de picoteo con unas cañitas y unos vinitos. Y después encontramos la salida hasta la puerta del Cambrón, y fuimos andando extra-muros hasta llegar a nuestro hotel. En un sólo día habíamos visto un montón de cosas, sin prisas, de relax... estaba encantada :D.

El domingo amaneció gris y con viento, pero nos dio igual :P. Tras otro increible desayuno del hotel dejamos la maleta en la consigna de la estación de autobuses y nos fuimos a terminar de ver lo que nos quedaba. Hoy teníamos dos objetivos, una mezquita y, por supuesto, la catedral ^^.
Entamos por la Puerta de la Bisagra y pasamos por delante de la Iglesia de Santiago del Arrabal. Esa se nos quedó para el próximo viaje ;). Llegamos hasta la Puerta del Sol, buscando la Mezquita del Cristo de la Luz. Es una mezquita canijísima, del S. X, la única que se conserva de la época pre-reconquista. Al final la encontramos, pero dando mil vueltas (que luedo descubrimos innecesarias :P). Estaban de excavaciones y restauraciones (cosa que hace falta porque había pintadas de desalmados que si los cojo los frío...), y toda la mezquita estaba con unas pasarelas de esas de metal que me dan tanto mal rollo. Lo bueno es que se veía la cimentación, cosa que me encanta :). Vimos el interior, con su minibosque de columnas de distintos capiteles, la cùpula y salimos al exterior. La arquitectura en ladrillo es increíble. Estoy enamorada de ese pequeño edificio :).


Después íbamos hacia la catedral cuando sin querer nos encontramos en la Iglesia de los Jesuitas o de San Ildefonso. Estaba totalmente alejada de nuestra ruta, así que fue una casualidad llegar :P. Y claro, ya que estábamos allí, entramos ^^. La portada es muy parecida a la del Gesú, como buena iglesia jesuíta, pero con dos torres que desdibujan un poco las influencias. El interior es claramente jesuíta, una iglesia blanca absolutamente. Se podía subir a las torres, y aunque se que paso un mal rato, no pude resistirme :P. Tras la horrenda ascensión por esas escaleras de metal que tanto odio, llegamos a la torre derecha, desde donde hay una visión de Toledo increíble. Hice las fotitos de rigor, y ahora es cuando viene lo peor. Hay que pasar a la otra torre-campanario por una estrecha pasarela de metal, sin más protección que una delgada barandilla... Allá que voy, allá que me pongo a hacer fotos (sí, soy masoca) y allá que el viento me empieza a empujar hacia atrás... Busqué refugio inmediatamente en la otra torre :P. Hice las fotitos a las campanas y bajamos.


Después nos fuimos a comer unos bocadillos cerca de la catedral, y por la tarde entramos en el impresionante edificio. Sí, las sinagogas son geniales, y las mezquitas preciosas... pero joder, lo que impresiona una catedral gótica no es superable por nada :D. Sobre todo si es la catedral primada de España ^^. Era gratis por ser domingo por la tarde, así que nada, entramos, estuvimos echando un vistacillo y disfruté por fin en vivo y en directo de la solución a la doble girola del gótico. Que sí, que esto no os dirá nada, pero para mí es importante :P.


Después ya salimos, tranquilamente fuimos a por nuestra maleta, y aprovechamos el bar de la estación para tomar unas cañas y vinitos y cenar un poquillo de queso de la tierra. Y después, la vuelta a Madrid y una semana que me quería yo perder...

Por suerte mañana salimos hacia León :D.

El que haya llegado hasta aquí merece un premio :P.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola:

A veces uno necesita un guía para descubrir su ciudad natal. Me ha gustado la crónica. Mucho mejor con las fotografías.

Saludos.

Arwen_mge dijo...

Esta mañana no me funcionaba el colgar las imágenes desde el ordenador del trabajo ;).

Toledo es una ciudad maravillosa, pero siempre pasa lo mismo, los visitantes conocen mejor que los lugareños todas las ciudades. Yo aún descubro rincones de Madrid de los que no tenía noticia.

Me alegra ver que sigues pasando por aquí, aunque creo que no tengo el placer el conocerte ;).