02 septiembre, 2008

Mi amiga la publicidad

Yo desde pequeñita he sido una gran admiradora de la publicidad. Mi madre por lo visto me daba de comer cuando estaban los anuncios porque así no me quejaba... Pues bien, sigo igual, me encantan los anuncios, principalmente los de televisión, aunque no le hago ascos a una buena fotografía.

Pues últimamente hay unos anuncios espectaculares en televisión. El primero es el anuncio más sincero del mundo, el de los helados Hagen Dasz, o como se escriba. Es increible, veo ese anuncio y me siento identificada... Esa frase que llega hasta dentro, la sinceridad hecha anuncio... "Esto no es lo que te he pedido". Eso es Hagen Dasz!!! Jamás me han puesto lo que he pedido, y es mítica la cara del dependiente al que le pides un helado de Cheescake with strawberry y te dice que si quieres la mitad de la tarrina de cada sabor... No, lelo, no, es un sólo sabor... O cuando pides un helado de chocolate y te traen un brownie de galleta... Vamos, que es la publicidad más veraz que he visto en mi condenada vida...

Y luego están los de compresas, que son míticos. Vale, hablar de anuncios de compresas es fácil, dan mucho juego... no es un reto, pero es que ver a esas pavas vestidas de rojo haciendo de regla sobre una compresa gigante... a mí me pone los pelos como escarpias. Se tienen que sentir mazo de sucias, no me jodas...

Luego está el del Eroski, con esa abuela saltando con tres pescados en las manos... ¿En qué mente perturbada puede aparece esa idea como buena? Espero que al menos, al responsable de ese anuncio (y al de la publicidad de Carrefour, que también se las trae) lo hayan despedido, porque no tiene perdón de Dios...

También hay todo un estilo de publicidad que da mucho juego, el de los anuncios con niños. Ahora está de moda meter a niños en la publicidad, sobre todo si hay una niña con el pelo a lo afro... Pero a ver, ¿no se da cuenta nadie que el pelo a lo afro no le queda bien a NADIE? Esa niña cuando crezca demandará a sus padres por graves daños morales, y con razón, debe ser muy duro que para forrarse un riñón te sometan al más absoluto ridículo público... Vamos, soy yo la niña con ese pelo y me corto la cabeza... Y es que salen dos, en el anuncio de las toallas esas para que los niños se limpien el culo, porque claro, los hijos de este país son taaaaaaan lerdos que ni siquiera pueden partir el papel higiénico (eso explicaría lo de Hagen Dasz, claro, de pequeño no puedes partir el papel y de mayor eres incapaz de entender "helado de chocolate"); y el segundo es el de pastas Gallo, con el surfing gallo (yo a eso lo llamé colchoneta de playa de toda la vida, pero oye, ahora lo que mola es ser un yanki gordo, asqueroso y con el pelo a lo afro, así que lo tenemos que llamar surfing). Eso sí, a la niña de las pastas apenas la sacan, hay que esconderla, y doy gracias...

La verdad es que hay muchos más anuncios patéticos, pero claro, tenemos la publicidad que nos merecemos. Sociedad hipócrita y estúpida, anuncios para lerdos que es lo que nos merecemos... Quiero que vuelvan las rocas en reproducción de Renault >__<.

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