19 diciembre, 2008

Los mil hijos de Duncan Idaho y Siona Atreides

Pues sí, después de leerme un truño como una catedral bajo el nombre de Dune (el "último" libro de la saga, La Batalla de Corrín), he tenido la terrible e irrefrenable necesidad de leerme el origen de todo, lo que es Dune en sí mismo. Y joder, vaya diferencia...
Dune es un libro escrito por Frank Herbert que todo el mundo debería leer. Todos todos todos. El tal Herbert era un fanático de la ecología y la psicología, cosa que demuestra en su novela. Y se nota que es uno de esos libros que los meditas durante toda una vida, a los que das vueltas y vueltas, tratando de que encajen todas las piezas, de que no quede ningún fleco suelto, de que tenga sentido (vamos, todo lo contrario que Harry Popotter). Y la verdad es que lo consiguió.
Dune es un libro compacto, que cuenta una historia completa, conocida desde el principio hasta el fin por el autor, no de esas que surgen según vas escribiendo. Tenía muy claro a dónde quería ir y cómo hacerlo, y eso se nota. Tiene una mitología increíble, unas clases sociales tremendamente estudiadas, un juego de poderes sencillamente fantástico. Todo encaja, todo está pensado, todo funciona. Y la historia que cuenta, bueno, no podía fallar. Buenos contra malos, el bien y el honor contra la maldad y la depravación. Un heroe, un villano y la chica. Estaba claro que tenía que funcionar.
En resúmen, Dune es un libro sencillamente perfecto. De esos que cuando los lees el sabor de boca que te queda es dulce, muy dulce. Y de esos a los que yo recurro cuando he gastado mi tiempo en leer un truño. Por ahora tengo varios talismanes. Uno, el Señor por supuesto. Éste no lo utilizo mucho, porque sé que todo 1 de enero voy a volver a disfrutarlo, así que lo dejo para esas fechas (sí, me leo el Señor de los Anillos una vez al año ¿pasa algo?). Dos, Canción de Hielo y Fuego. Un descubrimiento reciente, pero joder, qué bueno es. Tres, cualquier libro de Mundodisco. No hay nada mejor para olvidar un mal libro que unas cuantas carcajadas con el surrealismo puro y duro. Y cuatro, Dune.
Pero a todo esto, hay que hacer una aclaración muy muy importante. Frank Herbert es un claro ejemplo de genio que se caga en su propia genialidad. Dune le salió redondo, pero luego, por el éxito del libro, siguió escribiendo. No sé si porque él tenía mono o porque la editorial le obligó. Pero sacó 5 libros más de Dune, y es curioso, cada uno es peor que el anterior... Cuando llegas al sexto la historia se ha desdibujado tanto, es todo tan ridículo y patético que sólo tiene en común con Dune la nomenclatura.
Pero es que ahí no queda la cosa. Luego su hijo, como el hijo de Tolkien, decidió subirse al carro del éxito de su padre y dedicarse a escribir las precuelas de Dune. Comenzó con una trilogía en la que se contaba la historia del padre del protagonista de Dune. Esa no estaba del todo mal. No es que fuera buena, pero se dejaba leer, sobre todo porque el hijo de Herbert se unió a un escritor decente para que le hiciera el trabajo sucio.
Lo malo vino después, cuando decidió que quería seguir viviendo a la sopa boba y se puso a escribir todo lo que pasó antes, milenios antes... Y dios, ahí la caga pero cantidad. Lleva ya una trilogía entera, y el primer libro de la segunda. Y apesta, literalmente. Es una traición a la memoria de su padre (de la que no se le puede culpar, porque como ya he dicho, su padre se traicionó a sí mismo primero...). El último libro, la Batalla de Corrín es aburrido, absurdo, las cosas que pasan no tienen sentido... Vamos, que es como Harry Popotter... Se ha perdido precisamente lo que hace de Dune un libro excepcional, la coherencia, el saber lo que quieres contar desde el principio, la unidad... En fin, es un puto desastre...
Así que para resarcirme del tiempo perdido en leer ese bodrio de más de 600 páginas, he vuelto a los orígenes. A Dune, a Paul Muad'-Dib, a Chani, a Santa Alia del Cuchillo y su madre, Dama Jessica. Y sobre todo, a Duncan Idaho, el puto mejor personaje de toda la saga. El maestro de armas de Ginaz, el ghola adiestrado para traicionar, el mil veces nacido, el único hombre capaz de engendrar mil hijos con una sola mujer. La presciencia, los hacedores, Shai-Hulud, el barón Harkonnen y la semuta. El baliset y los mentat corruptos. Dios, cómo me gusta Dune...

4 comentarios:

Mítico dijo...

Dune, the first desde luego es una brutalidad de libro. Sin duda de mis preferidos con el Neuromante, el Juego de Ender, Rama y Playa de acero.
Sci-Fi rlz!

Arwen_mge dijo...

El Neuromante no lo conozco. Del Juego de Ender me han dicho que es muy previsible, así que he pasado de leerlo :P. Rama me encantó, sobre todo la primera mitad (cuando se empieza a activar no me gusta tanto), y el de Playa de acero fue toda una sorpresa, me encantó. Sobre todo por el estilo de escritura de Varley, super original.

Te recomiendo El globo de oro, también de Varley.

Yo para la Sci-Fi soy muy muy clásica, y donde esté la mano muerta de Hary Sheldon con su Fundación, que se quite lo demás (excepto Dune :P).

Mítico dijo...

No estoy de acuerdo con el comentario sobre Ender. Te estas perdiendo un gran libro.
El Globo de oro también lo tengo pero no me gustó tanto como Playa de acero.
El Neuromante es la biblia del ciberpunk :)
Yo soy más de Farenheit o Cronicas Marcianas o 2001

Anónimo dijo...

Estaba tratando de encontrar el motivo que hace que Duncan Idaho sea "revivido" durante miles y miles de años y me encontré con tu blog y tu comentario.Ya se que, también, han pasado miles de años desde esta publicación, pero, tal vez, tu puedas responderme porque este personaje, que en Dune es ligeramente tratado,siendo, en mi opinion, de menor rango que Gurney,se convierte en el Ghola favorito de todo el mundo en los siguientes 6 libros.