05 febrero, 2009

Miedos

Yo nunca he sentido miedo.
Puede parecer una afirmación excesivamente categórica, pero es cierta en su mayor parte. No soy una persona miedosa, en ninguno de los sentidos.
En el sentido más básico del miedo, no temo caminar a oscuras, los armarios no me dan mal rollo, y rara vez he visto una película o similar que pueda decir que me ha acojonado realmente. Caminar por la calle sola tampoco me da miedo, y creo que nunca he tenido esa sensación de "me sigue alguien"... El miedo físico es un desconocido para mí.
Pero es que tampoco tengo ese otro miedo más profundo. Y a veces, me siento terriblemente aislada del mundo que me rodea, precisamente porque la gente no entiende cómo arriesgo tanto sin pensarlo dos veces. Un ejemplo claro es lo del tribunal del año pasado, la asignatura esa que tanto me puteó, y la zorra de la profesora. Todo el mundo, todos, en mi facultad me han llamado loca, y que si no me dan miedo las represalias. ¿Miedo? No, no me dan miedo. No tengo nada que perder, excepto mi dignidad, que es más importante.
Pero es que es así con todo. La gente también me llamó loca cuando abandoné una carrera con muchas "salidas" (elije la tuya, ya sabemos todos que Madrid está lleno de salidas...); para tomarme un año sabático de reflexión y luego me pasé a otra carrera que no tiene ninguna salida. He oído mil veces eso de: "Pero Derecho lo terminarás ¿no? Que es muy útil". Lo voy a decir una vez, sólo una vez más. Si no me gusta el mundo legal en España, me repugna el tema de los bufetes de abogados y no soporto a la gente que se mueve en esos ámbitos... ¿por qué coño voy a querer terminar una carrera que no me gusta para tener posibilidades de dedicarme a un trabajo que no pienso hacer? No, no creo que termine Derecho, al menos en un futuro próximo.
Y eso nos lleva a la siguiente pregunta, "¿Y no tienes miedo de no poder encontrar trabajo si no la terminas?" No, lamentablemente no tengo miedo. No tengo miedo de no encontrar un curro asqueroso que me va a amargar la existencia, al que voy a tener que dedicar más de 15 horas diarias, que me va a obligar a no ver a mis amigos y a rezar para poder estar media hora con mi pareja... No, no me da miedo.
Ahora con la crisis, la gente está aún más acojonada. No levantes la voz, a ver si te van a echar. No digas eso, a ver si te van a echar. Traga con todo, a ver si te van a echar... Joder, y si me echan ¿qué? Antes de que preguntéis... No, no me da miedo que me echen. Tengo paro, y si me echan, me dan la oportunidad de ir a clase por la mañana, para poder terminar la carrera. Y oye, incluso a lo mejor, como tengo tiempo, terminaría Derecho...
A veces creo que la gente piensa que es una máscara, una postura falsa y que en el fondo estoy aterrorizada. Lamento desilusionarles. Mi forma de ser sólo entiende esa máxima china de "Si el problema tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si el problema no tiene solución, ¿para qué te preocupas?"
Siempre, toda mi vida, me han acusado de ser demasiado segura, de tener las cosas demasiado claras. Es cierto, siempre he sabido lo que he querido, y una vez que sabes esto, sólo es cuestión de buscar el mejor camino para llegar. La decisión de estudiar Historia del Arte la tomé en una mañana. Lo decidí, llamé a la facultad y presenté los papeles. Y así me ha pasado en muchos trabajos, sencillamente, al día siguiente no he vuelto, ventajas de currar para ETT.
Nunca he sentido dudas, no sé qué significa eso de ser conservador por miedo a perderlo todo. Y quizá eso sea también un problema, porque arriesgo demasiado. Pero francamente, me da igual. Sólo hay una cosa que realmente me aterra, y quizá en eso condenso todo el miedo que no me da la vida... La muerte.
Soy atea por la gracia de Dios, y eso de saber, de tener la absoluta certeza de que después sencillamente no hay nada, que la consciencia simplemente desaparece y ya, todo ha terminado, eso es lo que realmente me aterra.
¿Miedo a la vida y en la vida? Para qué, ya bastante tendré cuando muera...

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