14 marzo, 2009

Los hombres

Hace unos días leía en uno de esos periódicos gratuitos una carta al director que me impactó terriblemente. Un hombre se quejaba de la violencia de hoy en día, de cómo iba conduciendo tranquilamente y otro, sin venir a cuento según él, se bajó del coche e intentó agredirle. Ante lo cual, comentaba el hombrecito en cuestión, sólo le quedó el recurso de huir aterrorizado de allí. Tras leer esta carta pensé dos cosas:

1.- Así que tú eres el hijo de puta "prudente" que va a 100 por el carril de la izquierda en la M-40 porque es el máximo de la vía... Y el que va a la misma velocidad que el de la derecha, y no te deja adelantar...
2.- ¡¡Pero dónde te has dejado los huevos!! ¿Te castraron al nacer?

Yo para ciertas cosas soy muy primitiva y muy básica. Y hay una cosa clara, los hombres tienen pelotas y tienen que usarlas, literal y figuradamente. Si hay algo que desprecio profundamente, pero no os hacéis una idea de lo que lo desprecio, es la cobardía. Tanto en un hombre como en una mujer, pero en el caso de los hombres, más. Sencillamente porque en temas físicos, suelen tener muchas más capacidades que una mujer. Yo doy un puñetazo, y me lesiono yo. Un tío de metro ochenta y 100 kilos de peso, con levantarse de la silla, impone. Así que en el caso de la mujer, puedo llegar a comprender un cierto sentimiento de "si ese me calza una me vuelve del revés". Pero en el de los tíos, no.

El tema de la no violencia está muy bien, no digo que no. Y tampoco es plan de ir por la vida avasallando al personal, arrollando a la gente y metiéndote en peleas. Pero hay veces que simplemente, la violencia viene a tí. Y ahí, hay que reaccionar. Y puedes hacerlo metiéndote debajo de la mesa del bar o cogiendo una jarra de cerveza dispuesto a estampárselo al padre cuarentón en la cabeza como se acerque un milímetro más. Y ahí, lo tengo claro. Cuando termine todo, si te has metido debajo de la mesa, no esperes que luego te respete, porque eres un cobarde. Y por ahí, no paso.

Y así, con todo. No entiendo a esa gente que les pegas dos gritos y se quedan acojonados, desaparecen, se esconden. No entiendo cómo en una discusión no exponen sus ideas por no liarla. O cuando ves que están zurrando a un colega, das un pasito para atrás y te escondes... Es asqueroso, sobre todo si tu presencia física es importante.

Yo soy guerrera, y las he liado pardas. Pero tampoco he pretendido luego que venga otro y me saque del jaleo. Si yo la lío, yo salgo. Pero sí espero que cuando me la lían a mí, y estoy con gente, esa gente se meta al bollo. Y si no lo haces, luego no esperes que te de las gracias por cobarde. Como mucho, sentiré lástima por tí. Y desprecio, mucho desprecio...

Así que, resumiendo... El tío del periódico era un capullo castrado y cobarde que merece que le partan la cara un par de veces a ver si aprende. Y, además, a mí la testosterona me pone (que por algo veo el Wrestling a pesar de ser más falso que Judas :P).

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